Directrices para la Limpieza del Espacio
  • Ten en claro que lo que estás haciendo es limpiar el espacio y no mejorar el espacio.
  • Piensa con serenidad y centra tu mente en lo que estás haciendo.
  • Relájate y comprende que estás limpiando las energías que te rodean, y no rezando ni invocando ningún espíritu. Esto es fundamental.
  • Emprende todas las actividades de limpieza del espacio por la mañana. Cuando haya salido el sol. No emprendas nunca la limpieza de espacios después de ponerse el sol.
  • No practiques nunca la limpieza del espacio en un día cubierto o lluvioso. Siempre obtendrás mejores resultados cuando tengas la carga de energía de una dosis de la preciosa energía natural yang que aporta el sol de la mañana.
  • No caigas en la tentación de realizar ritos de limpieza del espacio para otras personas. Existe la regla no escrita de no alterar la energía de un espacio que no te pertenece, a no ser que poseas un amuleto protector. Si sigues este consejo, te protegerás del daño que te pudieran hacer, sin que te des cuenta, los espíritus hostiles que pueden estar presentes en los espacios de otras personas, y que no te conocen. En la limpieza del espacio atendemos únicamente a las líneas de energía invisibles que afectan nuestro propio bienestar personal.
  • Texto: Lillian Too
  • Imagen: Cinco Elementos