En el cuarto día, el fervor comienza a disiparse. En la tarde, la gente prepara ofrendas de comida para recibir el retorno del Dios de la Cocina y su séquito de su viaje a la corte del Emperador de Jade.
El retorno del Dios de la Cocina significa el fin de la libertad de la supervisión espiritual, por eso un popular refrán chino dice: “Nunca es muy temprano para despedir a los dioses ni es muy tarde para invitarlos a que retornen”.
Se coloca un altar con frutas, vino, incienso, velas se reza y se pide por bendiciones y pedir protecciones.
Este Dios protege de los desastres naturales , accidentes y problemas no deseados.
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